CAMINO NATURAL DEL GUADIANA ORIENTAL: LA BELLEZA DE UN RÍO, DESDE CIUDAD REAL HASTA EXTREMADURA
La propuesta senderista, que ha sido diseñada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para recorrer el río Guadiana, forma parte del Programa de Caminos Naturales, pensado para que el viajero tengan la posibilidad de descubrir paisajes de gran belleza, lugares de destacado interés natural y rincones culturales singulares.
En la foto, el conocido como Puente de las Ovejas que se encuentra situado sobre el río Guadiana, en Los Pozuelos de Calatrava (Ciudad Real). Este puente era una paso histórico que utilizaban los transhumantes en el traslado del ganado que se producía desde el norte al sur de España. FOTO: Aníbal de la Beldad
A través de 350 kilómetros, repartidas en dieciséis etapas que discurren por las provincias castellanomanchegas de Albacete y Ciudad Real, el viajero puede descubrir una importante comunidad faunística y botánica, con especies endémicas y una gran población de aves estivales e invernantes.

La diversidad de paisajes llevará al senderista o al ciclista a conocer desde las grandes llanuras de secano de cereal, a los imponentes viñedos manchegos, las dehesas de encinas milenarias o los bosques de ribera mejor conservados.
El Guadiana, que debe su nombre al paso continuo de civilizaciones por la Península Ibérica, es testigo de ello, y por eso, esta propuesta turística se encarga de adentrarlo en sus vestigios, llevándolo hasta calzadas y villas romanas, puentes o castillos que forman parte de patrimonio histórico y cultural.
El camino, en su parte oriental, se inicia en la Laguna Blanca (Albacete) y finaliza en el embalse de El Cíjara ya en tierras extremeñas.
En su recorrido por las provincias de Albacete y Ciudad Real, el camino adentra al viajero en el Parque Natural de Lagunas de Ruidera, en las grandes extensiones de terreno de la meseta manchega, hasta encontrarse con el resurgir del Guadiana tras su unión con el río Cigüela, en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
El caminante también puede disfrutar en estas rutas de espacios singulares como los castillos de Calatrava la Vieja o Alarcos, situados en los márgenes del río, o lagunas de origen volcánico como la Laguna de La Posadilla, declarada ‘Monumento Natural’.

Los molinos harineros se encuentran salpicando continuamente el trazado de este recorrido, que en su parte final, se esconde entre un bosque de ribera bien conservado y acaba adentrándose en los estrechos y gargantas que separan las provincias de Ciudad Real y Badajoz. EfeVerde.