jueves, 24 de abril de 2014

Uno de los mayores icebergs de las últimas décadas se desprende de la Antártida y tiene una extensión equivalente a toda la Comunidad Autónoma de Madrid

Situación apróximada del iceberg

LA NASA VIGILA LA TRAYECTORIA DE UN ICEBERG EQUIVALENTE EN EXTENSIÓN AL TÉRMINO MUNICIPAL DE BARCELONA

El B-31 se desprendió de la Antártida el pasado mes de noviembre y se desplaza ahora hacia el norte por el mar de Amundsen | La gran isla de hielo flotante tiene un grosor de 480 metros y una superficie de más de 600 kilómetros cuadrados

La NASA sigue de cerca la trayectoria de uno de los mayores icebergs que se han formado en la Antártida durante las últimas décadas. El B-31 es una masa de hielo de unos 480 metros de grosor y unos 660 kilómetros cuadrados de superfície (35 km de largo por 20 km de ancho), una extensión equivalente a toda la Comunidad Autónoma de Madrid o seis veces el término municipal de la ciudad de Barcelona.

El iceberg B-31 se desprendió del glaciar Pine Island, en la Antártida, en noviembre pasado, a partir de una enorme grieta descubierta en 2011. Los expertos reconocen que la formación de icebergs en la Antártida es un fenómeno normal pero advierten que durante la última década se ha acelerado el desprendimiento de masas de hielo en diversas zonas de este continente.




Durante los últimos meses, la gran isla de hielo flotante B-31 ha salido de la bahía de Pine Island Bay y ha entrado en el Mar de Amundsen, hacia el lado occidental del continente antártico. Los expertos indican de momento, el iceberg no se encuentra en zona de paso de embarcaciones y por tanto no supone ningún riesgo. No obstante, una vez en mar abierto, el B-31 puede desplazarse hacia el norte durante el próximo invierno austral (cuando la visibilidad es difícil incluso para los satélites) y provocar algún problema de seguridad marítima.

"El iceberg está ahora muy alejado de Pine Island Bay y pronto se unirá a la corriente general en el Océano Austral, que podría ser al este o al oeste de la región”, dijo el investigador de icebergs Grant Bigg, de la Universidad de Sheffield en Gran Bretaña, según informó la NASA en un comunicado.

Una vez que esto ocurra, los investigadores temen que sea difícil seguir el rumbo del iceberg durante las largas semanas de oscuridad que componen el invierno antártico.