viernes, 6 de junio de 2014

Si el aire que respiramos no es bueno el precio que pagamos es muy alto: pérdida de jornadas de trabajo, gastos médicos y lo que es peor pérdida de vidas humanas

Aire más limpio para todos

Se celebra la Semana Verde, la mayor conferencia europea de medio ambiente, que este año en su décimo tercera edición está dedicada al aire. Buscar soluciones a la contaminación atmosférica y salvaguardar la calidad del aire es una tarea inmensa en la que la Comisión Europea está empeñada porque “la contaminación es a menudo invisible, si bien sus efectos son reales” como ha dicho el comisario de Medio Ambiente Janez Potočnik.

La calidad del aire es fundamental para la vida. Si el aire que respiramos no es bueno el precio que pagamos es muy alto: pérdida de jornadas de trabajo, gastos médicos y lo que es peor pérdida de vidas humanas. La Comisión ha proclamado este 2013 Año del Aire, entre otras cosas, se va a revisar la política europea sobre la calidad del aire para mejorarlo. Se va a elaborar una nueva estrategia para hacer que se cumpla la reglamentación en vigor y proponer nuevas medidas, nuevos objetivos e iniciativas internacionales para proteger la salud y el medio ambiente.


La salud de los europeos y el aire

El aire contaminado que se respira reduce 8 meses la esperanza de vida de cada europeo. Casi un tercio de los habitantes de las ciudades están expuestos a contaminantes nocivos que pueden provocar enfermedades cardíacas, problemas respiratorios o cáncer de pulmón. En Europa unas 400.000 personas mueren cada año prematuramente. Los efectos negativos de la polución sobre la salud, suponen pérdidas económicas que en 2010 costaron unos 12.000 millones de euros, en gasto sanitario y pérdidas de horas de trabajo.
España y el aire

Actualmente hay 17 países que incumplen la normativa de la UE. España es uno de ellos. La calidad del aire en España ha mejorado en los últimos años, aunque todavía algunos contaminantes atmosféricos superan los niveles permitidos. Principalmente en cuatro gases muy contaminantes: dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y amoniaco. Hace un año España recibió un aviso de la Comisión por exceder los límites permitidos en varias ciudades, especialmente Madrid y Barcelona. Recogiendo la normativa europea, el gobierno español ha presentado el Plan Aire, que marca la estrategia que seguirá entre 2013 y 2016, para reducir los niveles de contaminación del aire y minimizar su impacto sobre la salud (link Plan Aire)


La agricultura, una gran contaminadora

La estrategia europea anima a fomentar medidas para reducir la utilización de nitrógeno en la alimentación animal y los abonos. Las normas y propuestas de desarrollo rural prevén la modernización de las explotaciones para reducir las emisiones de amoniaco de origen agrícola que comportan una reducción del rendimiento agrario valorado en unos 3.000 millones de pérdidas al año. Dos terceras partes de los espacios Natura 2000 están amenazados por esa contaminación.
Los ciudadanos son conscientes de la mala calidad del aire

En enero de este año un eurobarómetroActitudes de los europeos hacia la calidad del aire ” recogía que el 87 % se mostraba convencido de que no se hace lo suficiente para atajar la contaminación atmosférica y apuntaban como solución, además de que la industria y los productores de energía adopten medidas suficientes, reducir el uso del automóvil y sustituir los viejos aparatos en las casas por otros más eficientes, siete de cada diez europeos se declara insatisfecho con lo que hacen sus gobiernos para que el aire sea respirable..

Durante la Semana Verde se busca soluciones para problemas como la contaminación industrial, el incremento del tráfico en carretera y los problemas que ocasiona la urbanización. Barcelona, por ejemplo, analizará el papel de las autoridades locales para reducir su impacto y explicará las tecnologías de control de emisiones y otros servicios innovadores para mejorar la calidad medioambiental.


Cuatro objetivos clave

Para luchar contra la polución del aire, es importante la cooperación internacional y una firme estrategia a nivel europeo que la Comisión Europea basa en cuatro objetivos fundamentales:
Garantizar el pleno cumplimiento de las políticas de calidad del aire. Para que esto sea posible es necesario establecer medidas en los diferentes sectores implicados. En el ámbito del transporte, coches, camiones y vehículos pesados deben reducir sus emisiones. El sector energético debe moderar las emisiones procedentes de la combustión a pequeña escala y la agricultura tiene que limitar las emisiones nocivas de amoniaco.
"Impacto cero" que significa la eliminación de los efectos negativos en la salud, y acabar con la eutrofización y la acidificación. Estos objetivos se sitúan en el horizonte de 2025 a 2030.
Combinar las medidas europeas y las nacionales para obtener resultados eficaces. La Comisión anuncia una revisión de la Directiva Nacional sobre los límites máximos de emisiones de cada país (National Emission Ceilings Directive) que afectará a tres sectores, la agricultura, el transporte marítimo y la combustión a pequeña escala.
Ofrecer a las empresas oportunidades de negocio en los mercados en rápida expansión tecnológica. La demanda de productos y procesos de bajas emisiones aumentarán de forma importante en los próximos años. La política de calidad del aire no es solo un objetivo medioambiental europeo, sino también una oportunidad económica y un motor de innovación y competitividad para las empresas.

Vitoria-Gasteiz, que fue Capital Verde Europea en 2012, organiza un programa para elevar la conciencia de la población acerca de la calidad del aire denominado Aire saludable para la ciudad