QUÉ ES CO2 ?

A temperatura y presión normal, el dióxido de carbono es un gas incoloro, no inflamable. Aunque en la atmósfera terrestre es mucho menos abundante que el nitrógeno y el oxígeno, el dióxido de carbono es un ingrediente importante de ésta. Una molécula de dióxido de carbono (CO2) está formada por un átomo de carbono y dos de oxígeno. El balance del dióxido de carbono es sumamente complejo por las interacciones que existen entre la reserva atmosférica de este gas, las plantas que lo consumen en el proceso de fotosíntesis y el transferido desde la tropósfera a los océanos.
El aumento del contenido de dióxido de carbono que se esta experimentando actualmente es el componente principal del cambio climático global, debemos de dejar de lanzar CO2 a la atmósfera o el calentamiento de la tierra sera irreversible.
El CO2 o dióxido de carbono, se utiliza como agente extintor eliminando el oxígeno para del fuego en los incendios (lo llevan los extintores dentro). En la Industria Alimenticia, el co2 se utiliza en bebidas carbonatadas para darles efervescencia. En agricultura como abono.
El efecto invernadero evita que una parte del calor recibido desde el sol deje la atmósfera y vuelva al espacio. Esto calienta la superficie de la tierra en lo que se conoce como efecto invernadero. Existe una cierta cantidad de gases de efecto de invernadero como el (CO2) en la atmósfera que son absolutamente necesarios para calentar la Tierra, pero en la debida proporción.
La mayoría de científicos serios y agencias gubernamentales, consideran que como consecuencia del aumento de CO2 en la atmósfera se está produciendo el calentamiento global, se derriten los polos, se refleja menos calor a la atmósfera y el mar absorve mas. Otros gases que contribuyen al problema incluyen los clorofluorocarbonos (CFCs), el metano, los óxidos nitrosos y el ozono.
Como medidas y líneas de actuación para la reducción del contenido de CO2 en la atmósfera como consecuencia de acuerdos internacionales, los países comprometidos han aplicado con mejor o peor resultado, una sistemática lógica diseñada en tres fases:
1ª- reducción de la generación de dióxido de carbono;
2ª- reducción de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera (simultánea y consecuencia de la fase anterior) y
3ª- captura del dióxido de carbono presente en la atmósfera.
Se trata de un planteamiento similar al que cabría proponer para cada uno de los demás gases de efecto invernadero: metano, monóxido de dinitrógeno (N2O) más frecuentemente mencionado como óxido nitroso, el ozono troposférico y los gases halogenados derivados de hidrocarburos saturados.
La generación de CO2 está principalmente relacionada con la combustión de materiales fósiles en la producción de energía. El primer paso razonable por dar consiste en el aumento de la eficiencia energética en todas las actividades, de manera que se requiera menor energía para asegurar el desarrollo económico y el bienestar de las personas. Posteriormente, una mejora en la eficiencia de los procesos de transformación energética y el empleo de fuentes de energía no generadoras de CO2 deben conducir a una reducción de la producción global de CO2.
Por lo que se refiere a la primera de las estrategias, es fundamental promover políticas de ahorro y eficiencia energética que pueden contribuir a reducir sustancialmente el consumo de energía. En cuanto a la segunda estrategia juega un papel relevante el desarrollo de las energías renovables y por último debemos fomentar sistemas naturales que capturen el CO2, de la atmósfera promoviendo la recuperación de bosques y desarrollando la tecnología necesaria para la captura y almacenamiento del CO2 generado por la industria en formaciones geológicas adecuadas.
Aún a riesgo de una simplificación, estamos convencidos de que la mitigación del calentamiento climático no se logrará con una solución única; se irá consiguiendo mediante la aplicación simultánea de múltiples medidas más o menos complejas.
Las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases generadores del efecto invernadero en la atmósfera derivadas de la actividad humana, están generando un aumento de la concentración en la atmósfera que se predice podría provocar una elevación de la temperatura global del planeta durante el presente siglo cercana a los 4ºC