lunes, 31 de marzo de 2014

La Agencia Energética de Pamplona estima un ahorro de más de 183.000 euros tras realizar el cambio al horario de verano

LOS HOGARES DE PAMPLONA SE AHORRARON 183.000 EUROS SEGÚN EL CONSISTORIO


El cambio de hora en la madrugada de este domingo supuso un ahorro en iluminación doméstica de más de 183.000 euros en los hogares de Pamplona. La modificación en el reloj para adaptarse al horario de verano evitó la emisión de unas 419 toneladas de CO2 a la atmósfera.



Unos 183.000 euros aproximadamente es el ahorro que supuso el cambio de hora este fin de semana en los hogares de la ciudad, según estimaciones de la Agencia Energética Municipal de Pamplona. La madrugada del sábado 29 al domingo 30 los relojes se adelantaron una hora para adaptarse al llamado horario de verano, de modo que a las 2 horas serán las 3. Esta medida, que se adopta todos los años por estas fechas en cumplimiento de la Directiva Comunitaria que afecta a toda la Unión Europea, supone un ahorro en iluminación en el sector doméstico de alrededor del 5%.

El consumo eléctrico medio de una familia es de aproximadamente 3.800 kWh al año, de los cuales el 14% corresponden a iluminación, lo que supone unos 532 kWh anuales. Durante los siete meses en que está vigente el horario de verano, desde final de marzo hasta final de octubre, se aprovecha más la luz natural, con el consiguiente ahorro de energía. Si la cifra de ahorro es de un 5%, este dato supone 2,44 euros por familia, es decir, unos 183.250 euros para el conjunto de los aproximadamente 75.000 hogares de la ciudad.

Además, con este ahorro de energía eléctrica se consigue también una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera de 419 toneladas, lo que equivale al CO2 absorbido por 46.560 árboles durante un año.

El cambio de hora se encuentra regulado en España por el Real Decreto 236/2002 de 1 de marzo, que incorpora al ordenamiento la Directiva 2000/84/CE de 19 de enero de 2001 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Unión. Ya desde 1974, España y la mayor parte de los países industrializados europeos se plantearon medidas para aprovechar más la luz solar como medida de ahorro energético y, a partir de 1980, el Consejo de Comunidades Europeas se encargó de fijar el momento del cambio y de armonizarlo en todos los países. Desde entonces, el último domingo del mes de marzo se adelantan los relojes una hora en el llamado horario de verano y el último domingo de octubre se retrasan una hora para adecuarse al horario de invierno.