Esta propuesta gastronómica apuesta por producciones agroalimentarias de pequeña escala y variedades agroganaderas locales.
Algunos de los cocineros más mediáticos buscan la autenticidad de los alimentos en los ecológicos, pero los cocineros locales, en su particular apuestan por reivindicar viandas de proximidad y tradicionales, ayudan a mantener las producciones locales y juegan un papel clave en la diversidad biológica agraria.
Este es el eje principal de la propuesta de “Ecogastronomía” que acaba de poner en marcha la Fundación Ecoagroturismo dentro de la red Ceres Ecotur de turismo rural y agroturismo ecológico, explica en una entrevista con EFEverde su portavoz, Javier Tejera.
Una apuesta por los territorios rurales
Para consolidar los proyectos de turismo ecológico y responsable es “necesaria una apuesta por la promoción de los recursos gastronómicos y agroalimentarios de los territorios rurales” donde actúan las empresas de turismo.
“Tratamos de promover la soberanía agroalimentaria rural y poner en valor los restaurantes que trabajan con alimentos ecológicos, de proximidad y que pongan en valor, por ejemplo, la pesca sostenible, las razas ganaderas autóctonas o alimentos tradicionales”, asegura.
Esta propuesta gastronómica apuesta por producciones agroalimentarias de pequeña escala y variedades agroganaderas locales, así como por una oferta acorde con la tradición del lugar.
De momento sólo están los restaurantes o las cocinas de los alojamientos rurales englobados en la red de turismo rural sostenible de la Fundación.
La Arca del Gusto Slow Food
Sin embargo, la idea es ir incorporando todos aquellos restaurantes de toda España que cocinen con ecológicos, pescado sostenible o alimentos del “Arca del Gusto Slow Food” -iniciativa que recupera alimentos y productos gastronómicos artesanos de excelencia elaborados a pequeña escala y en peligro de desaparición-.
Los establecimientos gastronómicos y restaurantes ubicados en un entorno rural que quieran acogerse a esta iniciativa podrán hacerlo a través de dos vías, resalta Tejera, con un menú ecogastronomía (primero, segundo y postre) elaborado al 100 % con alimentos bio, de variedades autóctonas en peligro de extinción o de pesca sostenible.
Y, en el caso de que el restaurante disponga de carta, al menos el 50 % de su oferta se debe ajustar a estas características, aunque también se valoraran otros aspectos como el hecho de que esté en un edificio rural histórico o de valor etnográfico, así como que se trate de un restaurante que minimice su impacto en el medio.
Con esta iniciativa, hace hincapié Tejera, “se trata de cerrar el círculo” y que la experiencia en un establecimiento rural no sea sólo el alojamiento, sino que vaya mucho más allá y se pueda practicar un agroturismo rural y disfrutar también de la gastronomía local, elaborado con alimentos de proximidad.
De esta forma se puede lograr una colaboración activa y real entre el sector turístico y el sector primario local, así además “posicionamos nuestros destinos turísticos rurales como destinos ecogastronómicos”.
Fuente original: efeverde