España se sitúa en el grupo de países donde la mortalidad de estos insectos es más baja, junto a Grecia, Hungría, Italia, Lituania y Eslovaquia.
Las colonias de abejas registran una disminución relativamente importante en Europa, especialmente en los países del centro y norte del continente, pero la situación no es tan grave como se había estimado hasta ahora, según un estudio en el que han participado instituciones y apicultores de 17 países presentado hoy en Bruselas por la Comisión Europea.
Las conclusiones de la investigación indican que "las tasas de mortalidad difieren mucho de un país a otro, y también entre regiones". En el caso de España, la tasa de mortalidad invernal se sitúa en el 9,5%, por lo que el país figura junto con Grecia, Hungría, Italia, Lituania y Eslovaquia en el grupo de naciones donde la mortalidad de las abejas durante los meses más fríos del año es inferior al 10%, una cifra que los expertos consideran relativamente normal.
El estudio, realizado sobre cerca de 32.000 colonias de estos insectos polinizadores entre otoño de 2012 y verano de 2013, ha estudiado la presencia de enfermedades, para concluir que su prevalencia es "muy baja", a pesar de que algunas patologías, como la loque americana -enfermedad causada por el bacilo Paenibacillus larvae- o la varroasis -causada por un ácaro parásito- se dan en casi todos los estados miembros.
Datos de mortalidad por países
También se ha analizado la mortalidad de los insectos en invierno y la producida durante la temporada apícola (de un año para otro). En invierno, las tasas de mortalidad varían entre países desde un 3,5 % (en Lituania) a un 33,6 % (en Bélgica). En Alemania, Francia, Lituania, Polonia y Portugal la tasa está entre el 10 y el 15 %, mientras que en Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Suecia y Reino Unido supera el 20 %.
El informe precisa que las poblaciones de abejas en los seis países con menor mortalidad en invierno representan cerca del 60% de las colonias analizadas (unos 6 millones y medio) y el 47,3% de la población total de abejas en los Veintiocho.
Por otra parte, recuerda que el invierno de 2012-2013 "fue particularmente largo y frío en muchas áreas de Europa" y añade que habrá que hacer un seguimiento de la situación en años posteriores. En todo caso, la CE considera que "es alentador que haya tasas de mortalidad inferiores al 10 % para grandes poblaciones de abejas".
Por su parte, las tasas de mortalidad durante la temporada apícola oscilan entre el 0,3 % (Lituania) y el 13,6 % (Francia). En el caso de España, se sitúan en el 6,8 %.
Control de los pesticidas
El estudio no analiza el impacto de los pesticidas porque, aunque Bruselas pidió al Laboratorio Europeo de Referencia que se incluyera ese aspecto, un debate entre expertos de los estados miembros concluyó que "no era posible llevar a cabo ese programa de vigilancia sobre pesticidas junto con el (estudio) que se ha realizado".
La particularidad de este estudio es que, por primera vez, se utilizan unos métodos estándar epidemiológicos a escala europea, de manera que tanto las tasas de mortalidad como las pérdidas en las colonias se calculan a partir del mismo sistema en todos los países.
Los datos recogidos servirán en el futuro para elaborar nuevas estadísticas y explorar la relación existente entre las pérdidas de colonias y factores de riesgo como ciertas enfermedades o el uso de tratamientos veterinarios, explica el informe.
El primer estudio llevado a cabo a nivel europeo sobre la mortalidad de las abejas, en el que han participado 17 de los 28 países de la Unión, pone de relieve que el declive de las colonias es menos dramático de lo que se pensaba, según ha indicado hoy la Comisión Europea (CE).
La mortalidad en invierno
También se ha analizado la mortalidad de los insectos en invierno y la producida durante la temporada apícola.
En invierno, las tasas de mortalidad varían entre países desde un 3,5 % (en Lituania) a un 33,6 % (en Bélgica).
En el caso de España, la tasa se sitúa en el 9,5 %, por lo que el país figura junto con Grecia, Hungría, Italia, Lituania y Eslovaquia en el grupo de naciones donde la mortalidad de las abejas durante los meses más fríos del año es inferior al 10 %.
En Alemania, Francia, Lituania, Polonia y Portugal la tasa está entre el 10 y el 15 %, mientras que en Bélgica, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Suecia y Reino Unido supera el 20 %.
El informe precisa que las poblaciones de abejas en los seis países con menor mortalidad en invierno representan cerca del 60 % de las colonias analizadas (unos 6 millones y medio) y el 47,3 % de la población total de abejas en los veintiocho.
Por otra parte, recuerda que el invierno de 2012-2013 “fue particularmente largo y frío en muchas áreas de Europa” y añade que habrá que hacer un seguimiento de la situación en años posteriores.
Hay que seguir trabajando
En todo caso, la CE considera que “es alentador que haya tasas de mortalidad inferiores al 10 % para grandes poblaciones de abejas”.
Por su parte, las tasas de mortalidad durante la temporada apícola oscilan entre el 0,3 % (Lituania) y el 13,6 % (Francia). En el caso de España, se sitúan en el 6,8 %.
El estudio no analiza el impacto de los pesticidas porque, aunque Bruselas pidió al Laboratorio Europeo de Referencia que se incluyera ese aspecto, un debate entre expertos de los estados miembros concluyó que “no era posible llevar a cabo ese programa de vigilancia sobre pesticidas junto con el (estudio) que se ha realizado”.
La particularidad de este estudio es que, por primera vez, se utilizan unos métodos estándar epidemiológicos a escala europea, de manera que tanto las tasas de mortalidad como las pérdidas en las colonias se calculan a partir del mismo sistema en todos los países.
Los datos recogidos servirán en el futuro para elaborar nuevas estadísticas y explorar la relación existente entre las pérdidas de colonias y factores de riesgo como ciertas enfermedades o el uso de tratamientos veterinarios, explica el informe.
El siguiente estudio abarcará el periodo comprendido entre el otoño de 2013 y el verano de 2014.
El siguiente estudio abarcará el periodo comprendido entre el otoño de 2013 y el verano de 2014.
Fuentes: efeverde y vanguardianatural